2012 a mejor serie dramática. Resulta que la oficial de la CIA Carrie Mathinson consigue el dato
(mediante procedimientos no autorizados por sus superiores) de que un prisionero de guerra estadounidense se "dio vuelta", se unió a Al-Qaeda y ahora juega para los malos. Unos meses después, en medio de un operativo en Irak y accidentalmente, la CIA encuentra prisionero a Nicholas Brody, un marine desaparecido en acción desde... 2003, al que se suponía muerto. Para todo el mundo el muchachote es un héroe de guerra, pero para Carrie... Una serie con relieves, texturas, misterio y muchas preguntas.
Entretenida, ágil, buena. Con algo de patriotismo yanqui, sí, pero nada que no hayamos soportado ya mirando otras series o películas.
Le damos cuatro debilcitos (sobre cinco).
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